Matej Mohoric, uno de los mejores ciclistas del mundo, explica el increíble cambio que ha experimentado el ciclismo profesional en la nutrición desde que debutó en 2014 hasta ahora
“Con lo que comíamos hace una década durante una etapa dura del Tour o una clásica aguantaría a duras penas poco más de una hora en el pelotón”

Cuando se ve a los ciclistas mantener un ritmo muy alto de carrera en etapas duras durante todas las horas del recorrido la clave está en los avances en la nutrición. No notan debilidad en ningún momento y sus piernas tienen la misma energía en la primera y en la quinta hora de carrera. Hace una década tomaban menos de la mitad de los carbohidratos que son capaces de asimilar actualmente.
Si hay un aspecto que ha sufrido una evolución espectacular en el ciclismo profesional en la última década es la nutrición. al entrenamiento físico se ha unido un elemento clave como es el entrenamiento digestivo. El ciclista que tenga un estómafo débil tiene pocas posibilidades de llegar lejos.
Hace una década el control de la ingesta de energía en el ciclismo profesional estaba muy lejos de lo que la ciencia ha avanzado hasta hoy y ha levado a aplicar en el rendimiento, sobre todo cuando el deportista está en plena competición. comer sobre la bicicleta se ha convertido en una ciencia en la que trabajan nutricionistas y científicos del rendimiento cada día.
Matej Mohoric, uno de los mejores clasicómanos de la actualidad, debutó en el ciclismo profesional hace una década y en ese periodo ha experimentado un cambio radical en la nutrición: “Con lo que comía hace una década en una etapa dura del Tour o una clásica aguantaría a duras penas poco más de una hora en el pelotón”.
El ciclista esloveno reconoce que su conocimiento sobre entrenamiento y nutrición es completamente diferente en solo 9 años de carrera: “Ahora sé que todo lo que sabía sobre entrenamiento y nutrición estaba muy mal, como dietas bajas en carbohidratos y todo ese tipo de cosas que se pasan por alto. Y básicamente hacíamo todo mal. Miro para atrás y a veces te da hasta vergüenza de cómo hacía las cosas”.
Mohoric recuerda que lo que antes era “una burrada ahora no vale para nada. Nos decían que se suponía que debíamos comer hasta 60 gramos de carbohidratos por hora y ahora en las clásicas subo incluso a 140 gramos por hora para llegar con fuerzas a la parte final de la carrera”.
“Tomamos más del doble de combustible”
El ciclista del Bahrain aún no termina de asimilar el cambio radical: “Ahora tomamos a veces más del doble de combustible. Todavía recuerdo vívidamente cuando me hice profesional en mi primer año que me danam una botella de maltodextrina que equivalía a 30 gramos de carbohidratos y lo percibí en mi mente como algo súperrico en energía, ya sabes, que solo beberías dos o tres por carrera. si realmente lo necesitabas. Y ahora tenemos una botella con 90 gramos de carbohidratos y en un día típico del Tour de Francia, tomo cinco, seis o siete de ellos. Las cosas han cambiado mucho”.
Gorka Prieto, nutricionista del equipo UAE, explica cómo ha cambiado la manera de mediar el aporte calórico de los ciclistas profesionales: “Depende del gasto energético de cada etapa y pueden ir de las 3.500 en una crono hasta las 7.500 en una etapa de montaña de seis horas. Debes intentar comer todo eso para mejorar el rendimiento y tener una adecuada recuperación tras el ejercicio, porque se trata de intentar que el corredor no pierda ni gane peso”.
Las legendarias pájaras han pasado casi a la historia. “Existen solo si se le olvida comer al corredor, pero prácticamente es imposible. Antes sí porque no había esta precisión. Tenemos gente cada pocos kilómetros en carrera y muchas veces el corredor llega con el bolsillo lleno de comida. Tienen opciones para comer y comida suficiente”, señala el nutricionista del UAE.
Fuentediariodeltriatlon

 
			 
							