Mathieu Van der Poel se adjudica el Tour de Flandes tras una hermosa pelea con Pogacar

El neerlandés, que se fugó con el esloveno, se impone tras una exhibición de fortaleza, astucia y sangre fría en la emblemática carrera de los adoquines.

Mathieu van der Poel es un paradigma de esta sociedad de consumo rápido, devoradora de espectáculos intensos en tiempo récord. Modelo de fiabilidad en la excelencia. Una inteligencia natural y una confianza en sus propias posibilidades sólo al alcance de los superdotados, como exhibió este domingo en la fabulosa conquista del Tour del Flandes. Segundo triunfo en la clásica belga después de la conseguida en 2020.

El neerlandés superó a un bravísimo Tadej Pogacar en el segundo Monumento de la temporada, el primero de una primavera invernal. El frío, la lluvia y la nieve se citaron en las estrechas sendas entre Amberes y Oudenaarde, donde el nieto de Poulidor volvió a escribir otra página antológica en una prueba histórica, en las colinas empedradas de culto, en las curvas abarrotadas por un público predispuesto a pagar por una posición privilegiada.

El Bélgica, De Ronde es una religión con héroes coronados en barro, mártires de sacrificios extremos en un santuario de más de 270 kilómetros, con 18 muros y siete tramos de adoquines. Con los pasos emblemáticos, como Paterberg, Oude Kwaremont y Koopenberg.

Una peregrinación en la que Van der Poel (VDP) cumplió con las expectativas de icono principal tras su exhibición en A Través de Flandes y por las ausencias de Wout Van Aert y Julian Alaphilippe. Un favorito que acosado por el insaciable Tadej Pogacar, inexperto en el Monumento belga, en una pugna electrizante de clase, astucia, fortaleza y resistencia.

CORTE A 90 KILÓMETROS

A 90 kilómetros de meta, Iván García Cortina provocó un corte que puso con las orejas tiesas a los corredores de UAE porque en esa fuga se metieron gente con ambición, como StybarKoch y Van Hooydonck. Respondió el propio Pogacar a 54 de meta, con un acelerón de calidad en la segunda subida por el Viejo Kwaremont, volando sobre los adoquines y dejando a VDP en la cola del grupo. El ataque del doble ganador del Tour sirvió para neutralizar al grupito de García Cortina y para dejar tocado a Kasper Asgreen, el vencedor de la clásica belga de 2021.

Pogacar enardecía a un público que combatía el frío animando y ondeando centenares de banderas amarillas con el león rampante, emblemas de Flandes. Imagen de marca. El esloveno volvió a apretar en la subida a Koppenberg, a 44 kilómetros de la conclusión, con VDP y Madouas a su estela. El trío colaboró y cazó a los escapados Van Baarle WrightLaporte Pidcock se quedaron en fuera de juego.

De Ronde ofrecía una secuencia distinta a la de A Través de Flandes del pasado miércoles, cuando el neófito Pogacar seguía la senda marcada por VDP. El esloveno aprende bien y muy rápido. Mejor en la ofensiva que a la espera de acontecimientos. Atento en los instantes clave.

El quinteto quedó reducido a dos en el tramo de piedra de la última ascensión al ViejoKwaremont. Pogacar y VDP. Los dos leones de Flandes. Pareja de bestias mano a mano. Un final soñado para los organizadores del Tour de Flandes. Una galopada del dúo que finalizó en un marcaje entre ambos no apto para cardíacos.

Neerlandés y esloveno ajustaron y calcularon sus fuerzas en unos últimos 800 metros angustiosos. Ambos avanzaron despacio, muy lento, tanto que fueron cazados por Madouas y Van Baarle. En el sprint a cuatro, VDP nunca perdió la delantera, apretó con potencia y superó a sus enemigos. En el último empujón, Pogacar (cuarto) quedó cerrado por Van Baarle y levantó el brazo en señal de reclamación.

Una queja a la que fue ajeno VDP, que logra su tercer triunfo de la temporada, antes una etapa en la Semana Coppi-Bartali y en la mencionada A Través de Flandes. Quinta clásica en la inscribe su apellido, las otras: Strade Bianche, Flecha Valona y Amstel Gold Race. Lo dicho, un fenómeno.

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