Carrera del GP de Gran Bretaña: Aleix Espargaró gana en Silverstone en una última vuelta de infarto

Aleix Espargaró dejó para la historia una gran victoria, luchó hasta el agotamiento, superando al campeón, Pecco Bagnaia, en una última vuelta de infarto. Fue el triunfo de la constancia y valentía del piloto que partía desde la 12ª plaza de la parrilla y que sacó lo mejor de sí mismo cuando empezó a llover en el GP de Gran Bretaña.

Aleix Espargaró dejó para la historia una victoria soberbia, con el alma, peleada hasta la extenuación, al superar en una última vuelta de infarto al campeón, Pecco Bagnaia. Fue el triunfo de la tozudez, de la constancia y la valentía del piloto de Granollers, que había salido del 12.º puesto de la parrilla, y que sacó lo mejor de sí mismo cuando empezaba a apretar la lluvia en el GP de Gran Bretaña. 

El piloto catalán, el más veterano de la parrilla, a sus 34 años, se apunta la segunda victoria en MotoGP. No ganaba una carrera en la clase reina desde el GP de Argentina del 2022, hace 25 grandes premios.

  • Aleix Espargaró se la jugó en las dos últimas vueltas lanzando un ataque demoledor a Bagnaia, que tuvo que claudicar, aunque sale más líder del Mundial

En la salida –en la configuración del circuito de F1-, la KTM de Miller fue la mejor acelerando, haciendo gala del dispositivo de arranque de las motos austriacas. Le valió al australiano para hacerse con el liderato, quitándole el favor de la pole a Bezzecchi. Bagnaia superaba a Àlex Márquez –con un toque incluido-, que era cuarto. El peor parado fue Jorge Martín, que de séptimo pasó a último (22.º) al tocarse con Binder, entrar muy colado en la primera frenada y salirse de pista.

El liderato de Miller duró poco. Lo que tardó Bagnaia en superar a Bezzecchi y al australiano en la segunda vuelta, en la penúltima curva antes de meta. El campeón empezó a abrir hueco, aunque con Bezzecchi pegado. Abrían ambos un hueco de casi un segundo sobre Àlex Márquez en solo cuatro vueltas; el catalán, ganador de la Sprint del sábado, encabezaba el grupo de perseguidores, del que se eliminó Maverick Viñales por un roce con Miller. Así que fue Aleix Espargaró quien tomó el relevo del cuarto puesto, delante de Binder.

Aleix Espargaró pasaba al ataque buscando el podio mientras Àlex Márquez se tenía que retirar por avería del cambio de su Ducati

El de la Aprilia estaba realmente fuerte y tomaba el tercer puesto adelantando a Àlex Márquez. Espargaró se apuntaba además la mejor vuelta de carrera. Y acto seguido, el pequeño de los Márquez se veía obligado a retirarse por problemas con el cambio de su Ducati en la vuelta 6/20, dañado en el toque con Bagnaia, que le hizo saltar la aleta delantera. Su hueco favorecía a Viñales para subir al 5.º puesto.

La carrera se le puso más de cara a Bagnaia a partir de la sexta vuelta con la caída inesperada de Bezzecchi. Se acercó el del VR56 en la frenada a la Ducati roja de Bagnaia, pero se le fue el neumático delantero y cayó al suelo. El campeón se quedaba solo al frente de la carrera. Su inmediato perseguidor era ahora Aleix Espargaró, que se situaba solo 6 décimas (vuelta 7/20).

  • Sin Bezzecchi (caída), Aleix tomó el relevo de perseguidor de Bagnaia, a la vez que Viñales atacó a Binder para subirse al podio

Se animó el duelo italo-catalano con la aproximación de Aleix Espargaró a Bagnaia a solo 4 décimas; rodaba seis décimas más rápido el de Granollers. Por detrás, la pelea por el tercer cajón del podio se recrudecía entre Viñales y Binder, que le cogía el tercer puesto, aunque el de Roses le volvía a arrebatar la posición con un interior en la vuelta 10, a media carrera.

Tras cruzar el ecuador de la prueba, Bagnaia seguía dominando con poco margen (3 décimas) sobre Aleix, y el de Granollers veía por el retrovisor cada vez más grande a su compañero Viñales, que tenía a Binder pegado. Eran los cuatro aspirantes al podio, a falta de 8 giros.

  • En cuando apareció la lluvia, Aleix Espargaró lanzó el ataque sobre Bagnaia, al que superó en la última vuelta

A solo 7 vueltas del final, los comisarios de pista advirtieron de lluvia y la posibilidad de cambiar de moto.

Fue entonces cuando se revolucionó la pelea por la victoria entre los cuatro fantásticos de cabeza. Viñales superó a su compañero Aleix, lo que aprovechó Pecco para abrir un pequeño hueco de 5 décimas. Pero conforme arreciaban las gotas, Binder, en su terreno preferido, lanzó un ataque sobre las dos Aprilia para situarse segundo.

Los dos catalanes, con un ritmo buenísimo, superaban a Binder a falta de cuatro giros. Pero a los tres se les sumó un invitado sorpresa; Miguel Oliveira, que había salido 16.º de parrilla, había llegado hasta arriba y se comió en un adelantamiento de vértigo a Binder y a Viñales por velocidad. Al portugués le encanta la condición cambiante de agua-seco.

Aleix no dejó la presa italiana y a falta de dos vueltas empezó a mostrarle la Aprilia. Tenía detrás a Oliveira y Binder. El más atrevido se llevaría el gato al agua. En el último giro, 5 km de trazado, Aleix volvió a la carga, por tracción de su Aprilia lo pasó en las curvas encadenadas, consolidó el primer puesto, Bagnaia no se rindió, le pisaba los talones, pero Espargaró se llevó la victoria, soberbia, por valentía y genio.

  • El 93 se iba al suelo a falta de cinco giros para la meta, que todavía no ha cruzado en las nueve carreras de este año

Las caídas se sucedieron en el tramo final. Se iban al suelo juntos, en la curva 12, Marc Márquez y Enea Bastianini, en la vuelta 15, en un incidente que las cámaras no clarificaron. Más adelante caía también Fabio Quatararo (v. 18).

Otra carrera que no acaba el pluricampeón de Cervera: 0 de 9. No ha puntuado ningún domingo este año. De hecho, no acaba una carrera desde el 7.º puesto de Malasia del año pasado; este curso, cuatro caídas y cinco ausencias en domingo. Un desastre.

  • “Este fin de semana es para coger ritmo y para coger una base para la moto”, se descartaba Marc Márquez para cualquier heroicidad en Silverstone en su regreso a una carrera después de darse de baja voluntaria en Assen y Sachsenring. Sus expectativas han caído en picado. 

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