Quartararo: Mi Yamaha es prácticamente igual a la de Lorenzo de 2015

Después de darse de bruces con la realidad, y de comprobar en primera persona las limitaciones de la M1 de esta temporada, Fabio Quartararo se ha puesto como fecha el ensayo colectivo que se llevará a cabo en Misano, el lunes posterior al Gran Premio de Emilia Romagna, para comenzar a decidir qué hará con su futuro.

Si las sensaciones que le transmite la base del prototipo que Yamaha ha proyectado para el próximo ejercicio le convencen, en ese caso le dará prioridad a la marca de los diapasones con vistas a renovar su contrato, que expira en diciembre del año que viene. De ocurrir lo contario, comenzará a buscar alternativas para cambiar de aires en 2025. “En el test de Misano quiero tener pruebas. No quiero ver cosas escritas; lo que quiero ver es la moto de Misano, porque esa será, al 95%, la que correrá en 2024. Allí se verá si Yamaha realmente me quiere para el futuro“, declaró Quartararo en Silverstone, en una charla con quien escribe estas líneas.

¿Y qué espera encontrar el Diablo en ese ensayo en San Marino? Pues la prueba de que, efectivamente, Yamaha es consciente de la situación de inferioridad en la que se encuentra con respecto a Ducati, Aprilia y KTM, y que ha actuado en consecuencia de ello.

Yo creo que Ducati, KTM y Aprilia arriesgan mucho más que las fábricas japonesas. Las diferencias que hay entre las [motos] KTM, Ducati y Aprilia de hace cinco años, respecto de las actuales, son brutales. Nuestra moto es la misma“, afirma Quartararo, en declaraciones a Motorsport.com.

Hace unos días vi mi moto de campeón del mundo de 2021, y al lado estaba la de Lorenzo, de 2015. Son prácticamente iguales; no cambia casi nada. Eso es muy raro después de seis años”, añade el #20, quien, llegados al ecuador del campeonato ocupa la undécima posición de la tabla general de puntos, con un solo podio en su cuenta de resultados: la tercera plaza obtenida en Austin.

Para el corredor de Niza, la clave del estancamiento de los constructores japoneses es su conservadurismo, convertido en hándicap si tenemos en cuenta lo mucho que han evolucionado las motos en el último lustro. “Yo no tengo tanta experiencia como tienen otros pilotos, pero el Mundial ha pasado de blanco a negro en los cuatro años que llevo aquí“, puntualiza Quartararo, que enumera los puntos de su argumentación.

“En 2019, cuando yo debuté, para la arrancada solo tenía que activar el control de salida. Ahora hay que hacer mil maniobras: frenar para accionar los dispositivos de altura, delantero y trasero; mirar todos los controles y demás. La evolución que ha hecho la moto es brutal, pero las demás marcas arriesgan mucho más que nosotros“.

En Austria, el fin de semana pasado, el campeón del mundo de hace dos años comparó a Pecco Bagnaia con Max Verstappen, por el dominio que ejercen ambos en los certámenes de MotoGP y F1, respectivamente. El galo, gran aficionado a la Fórmula 1, cree que Yamaha debería tomar nota de los riesgos que toman las escuderías del ‘Gran Circo’ cuando diseñan los monoplazas del curso siguiente.

Estamos años atrás respecto de la F1 en lo que a evolución se refiere. Los riesgos que se toman cada año son mucho mayores allí. Nosotros comenzamos cada año con la misma base. Solo espero que Yamaha realice un cambio considerable en esta ocasión”, zanja Quartararo.

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