Lloran los motores: murió Nelly, la famosa abuela motera

Nélida Iglesias, nació en 1928 y con sus distintas motos viajó por años, hasta que la ruta llegó a su fin este 20 de mayo.

Adios gran Viajera

Todo comienza en 1928, con el nacimiento de Nélida Iglesias en Palermo Viejo, Buenos Aires, Argentina.
Su vida siempre fue muy interesante.

A los 16 años manejaba camiones de la fábrica de soda de su padre, y poco después obtuvo el registro profesional convirtiéndose en la primera mujer argentina habilitada para conducir todo tipo de vehículos.

A los 57 años Nélida quedó viuda y pensó que su paso a seguir sería en una casa para ancianos, allí sobrellevó su depresión y a los 68 años renació de nuevos de la mano de una Econo Power 90 modelo 96, con la que recorrió buena parte de su país natal, durante dos años.

Pasados dos años compró su nueva compañera, una Honda Rebel 250, con ella hizo 400 mil kilómetros. Entre sus rutas se incluyen las zonas de frontera de Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil, recorrió Ushuaia, todo el norte y el interior del país. 

Esto era lo que pensaba de las motos:

Disfrutás la adrenalina y hasta te gusta, más allá de los problemas que puedas tener, porque si te agarra un vendaval o una tormenta empezaras a decir malas palabras. En la moto vivís una sensación distinta. En un coche vas entre cuatro latas, como si fueras una sardina. Y en una moto te pueden pasar cualquier cosa, pero vivís de otra manera.

Nélida, vivió intensamente… Buenas rutas en donde sea que estés… Nelly era una curiosidad para el cristal de una sociedad parida en el siglo XX. Con devoción y sed de aventura, se inició en los encuentros de motos donde, dice, conoció a una familia. Las convenciones de moteros o motoviajeros son expediciones solidarias en las que cientos de conductores salen al viento de la ruta para llevar donaciones a distintos puntos del país. Ella se convirtió en una suerte de referencia, un resumen del espíritu de la gesta. Su historia calificaba de inspiracional.

Motos y música

Gustavo Nápoli es Chizzo, cantante de La Renga. No conocía a Nelly pero sí su historia. En agosto del 2000 la banda lanzó el disco «La Esquina del Infinito». Incluye Motoralmaisangre, una canción que remite a las profundidades del sentimiento motoquero y convalida en la categoría de música rutera. En el tema, exclama: «Revisá todo, en tu interior, para salir en la mañana detrás del sol y al ver que en la ruta hierve la sangre de tu pasión, buscá el secreto que trae el viento, búscalo…». Habla de Nelly sin nombrarla.

Chizoo alguna vez confesó: «A mí también me encantan las motos y me inspiró esa canción porque creo que para todos los motociclistas Nelly es un ejemplo de que nunca es tarde y es un ejemplo de espíritu, de libertad, de todo lo que involucra la motocicleta. Ella fue la inspiración para que yo hiciera este tema».

 

Su mítica Honda Rebel 250 decía «Florida» en la pantalla del frente y estaba cubierto por decenas de calcomanías. Fue su vía de escape: «Salir a la ruta era una distracción. Si no hubiera sido por la moto, no hubiese conocido todas esas ciudades. No tenía con quién salir en el coche. Pero con la moto sí porque es unipersonal, viajaba yo sola».

Nelly quedó sola aunque secundada por el clero de moteros que la acompañaban a los encuentros. Cuando no le renovaron más el registro de conducir, «vendí la Rebel y me compré este cachivache», dice y señala su triciclo eléctrico. Confiesa que no le quedó ningún sueño por vivir: «Hice lo que se necesita en la vida. Planté un árbol, tuve una hija y no escribí un libro pero me escribieron uno (su biografía autorizada «A mí me llaman la abuela Nelly», de Gonzalo Augusto Firpo.

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