Así puede influir la música en nuestro comportamiento al volante

Conducir con música es una costumbre muy extendida, pero en ocasiones puede traspasar su ritmo a nuestra conducción y ponernos en situaciones de peligro. Veamos por qué sucede, y cómo combatirlo.

Desde que alguien empezó a experimentar montando radios en los automóviles allá por los años veinte la información y, sobre todo, la música se han convertido en compañeras inseparables de la conducción.

Sea a lugares a miles de kilómetros de distancia, al lugar de trabajo o incluso hasta la próxima esquina, cualquier trayecto mejora si de fondo disfrutamos de nuestras canciones preferidas, esa ‘banda sonora’ vital que también se hace presente durante los quehaceres diarios o los momentos de relax.

Pero, a diferencia de otros contextos, la influencia que la música ejerce sobre nuestros estados de ánimo mientras conducimos puede comportar varios riesgos que, si no los conocemos y atajamos, pueden producir distracciones o, en última instancia, derivar en accidentes.

Un potencial obstáculo para la atención

Existen numerosas evidencias científicas de que la música es capaz de alterar nuestro ritmo cardíaco, el nivel de estrés y las capacidades de reacción. Por tanto, una elección inadecuada de los estilos o canciones puede, a la larga, entorpecer nuestras habilidades al volante.

Por ejemplo, un estudio realizado por la St John’s University de Newfoundland (Canadá) determina que la música con los ritmos más elevados, como el rock más duro o el ‘heavy metal’ puede ralentizar las reacciones de un conductor y reducir su atención sobre el entorno.

Por el contrario, un experimento conjunto entre universidades de Sao Paulo, Oxford y Parma descubrió que la música con ritmos más tranquilos, como la clásica o la ‘chill out’, puede ayudar a disminuir el estrés y mejorar la concentración.

Cómo aprovechar la influencia de la música al volante

Para los expertos de la aplicación de aparcamiento online Parclick, la música en el coche debe ser una aliada para mantener la concentración y alejarnos de las distracciones. Para lograrlo, su primer consejo es ajustar el volumen a un nivel que nos permita disfrutar y, al mismo tiempo, que nos posibilite escuchar los sonidos del tráfico como las sirenas de los vehículos de emergencia o el claxon de otros conductores.

control volume in the car

IRONHEART|GETTY IMAGES

A fin de evitar distracciones cambiando de canción, es muy recomendable tener preparadas de antemano varias ‘playlists’ en el formato que el equipo de nuestro coche nos permita. De este modo evitaremos, a priori, tener que soltar las manos del volante en movimiento para manipular los controles o la pantalla. No obstante, cuando sea necesario cambiar algún tema o ajuste de sonido lo mejor será esperar a estar detenidos para hacerlo, o utilizar los controles por voz si el coche los equipa.

Si en lugar de canciones somos más aficionados a los ‘podcast’, elegir uno para ir escuchando durante un viaje largo es una buena forma de mantenerse atento. Aun así, nunca estaremos libres de sufrir fatiga, por lo que lo más aconsejable es cortar la reproducción o sustituirla por algo más energizante si empezamos a percibir sus síntomas.

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