40 años de la Yamaha PW50: Escribiendo la historia del motocross

Hacemos un repaso a la historia de una moto mítica y con personalidad propia, la moto infantil por excelencia. La Yamaha PW50 cumple 40 años escribiendo la historia del motocross.

La Yamaha PW50 es la moto que más escuela de motocross ha creado en toda la historia. Nacida en 1980 y puesta a la venta en 1981, fue concebida para iniciar a los más pequeños en el mundo de la moto. En aquellos años Yamaha dominaba los campeonatos americanos de motocross con sus revolucionarias motos con mono amortiguador y refrigeración líquida y Yamaha controlaba el mercado. Pero los usuarios de estas motos eran cada vez mayores y las nuevas generaciones no tenían mucho interés en las motos.

Por ello Yamaha decidió crear un producto que enganchara a los más pequeños en el mundo del motocross y fuera un deporte que podrían practicar hasta ser adultos. Así nació la primera generación de la PW50 que fue un éxito total de ventas en USA y forjó una de las mejores generaciones de pilotos que se han conocido.

El nacimiento de esta moto dio pie al inicio de las competencias infantiles, transformando un deporte que estaba enfocado a los adultos, en un deporte familiar. Ahora todos podían ir el fin de semana al campo a pasar el día y cada miembro de la familia tenía una moto para disfrutar. Este hecho coincidió con el gran boom del motocross en USA, lo que hizo que un deporte que era minoritario se convirtiera en un verdadero fenómeno de masas.

Concepto Original

La PW es una moto que desde su concepción dio en el clavo. Su concepto no puede ser más sencillo, pero encarna la esencia del motociclismo en su estado más puro, y es totalmente acertado para que los más pequeños se inicien en el mundo de las motos. Su baja altura de asiento, el acelerador regulable, la transmisión por cardan y la potencia suave y controlable del motor son características propias de esta moto desde su creación, y que la han convertido en un ícono del motocross. En sus 40 años de historia apenas ha cambiado, solo retoques estéticos y de carrocería que la han ido amoldando al estilo de cada década, y asemejando a los modelos grandes en cuanto a colores.

La posición de conducción es una de las claves por la que esta moto se ha convertido en leyenda. Baja, amplia y cómoda, en ella todos los niños se encuentran muy a gusto. Llegar al suelo no es problema a partir de los 3 años aproximadamente y esto es la clave para que aprendan con confianza y quieran volver a montar otra vez. Además, las manecillas y el manillar tienen una sección muy fina, y son pequeñas para que puedan agarrarse con facilidad y controlar la moto sin que les quede grande, cosa habitual en otras motos infantiles que usan componentes de adulto en este aspecto.

Monta un motor de 50cc refrigerado por aire y de transmisión automática. Ofrece una respuesta muy suave pero llena de torque que podremos ir modulando según los niños van aprendiendo. El chasis es de acero, la suspensión hidráulica con doble amortiguador en el tren trasero y los frenos son de tambor. La transmisión final es por cardan, lo que además aporta un extra de seguridad ya que los niños nuca podrán meter los dedos en la cadena, ya sea por caída o por simple curiosidad, evitando así graves lesiones.

La PW dispone de arranque a patada, pero una vez en marcha es casi imposible que se apague. Su embrague automático y la regulación en el puño de gas hace que los niños aprendan muy fácilmente. Además, se pueden acoplar diversos tipos de rueditas de entrenamiento originales Yamaha para ayudar más aún a los peques en los primeros pasos. Y es que la PW es una moto que levanta pasiones entre los más pequeños. Su estética es divertida para ellos y enseguida capta su atención al verla bajita y asequible.

Una vez se montan en ella, el suave sonido del motor no les asusta, y la progresividad de la respuesta les da mucha confianza. Enseguida cogen el equilibrio si han montado en bici, ya que gracias a su bajo centro de gravedad la moto se controla muy fácilmente. Además, cuando ya agarran un poco de nivel, el motor, con un tacto alegre hace que la moto tenga aceleraciones suficientes para que la moto patine un poco y ellos disfruten mucho de su potencia.

Los frenos detienen la moto sin problemas, son suaves, pero con poder de sobra. Las suspensiones permiten algunos saltos, pero necesita circuitos especiales y en cuanto cojan confianza puede que ya necesiten un modelo más grande a medida que crezcan.

La Yamaha PW50 es la moto de campo más longeva del mercado y aún sigue siendo un concepto actual y válido para nuestros días. Prueba de ello es la aceptación que aún tiene, siendo la moto elegida por muchos padres hoy en día para que sus hijos se inicien. De hecho, muchos de estos padres también dieron sus primeros pasos arriba de una PW y hoy en día confían en esta moto para iniciar a sus hijos

Escuela de Campeones

Y es que la Yamaha PW50 ha sido la primera moto de la mayoría de Campeones del Mundo de la actualidad. Ya fueran Ricky Carmichael, James Stewart o Chad Reed en motocross o Marc Márquez, Casey Stoner en moto velocidad o Iván Cervantes y Alex Salvini en Enduro, todos ellos tienen en común que la primera moto en la que montaron fue la PW 50.

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